“Y cuando frente a ti se abran muchos caminos y no sepas cuál tomar, no elijas uno al azar, siéntate y espera. Respira con la profundidad confiada con que respiraste el día en que viniste al mundo sin dejarte distraer por nada, espera y vuelve a esperar. Quédate quieta, en silencio, y escucha a tu corazón. Cuando te hable, levántate y marcha hacia donde él te lleve. Hacia dónde el corazón te lleve…….”
Susana Tamaro.
1 comentario:
Lástima que el corazón no tiene ojos. ¿Será por eso que es ciego el camino de la entrega?.
Saludos.
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