sábado, marzo 07, 2009

Fallar

Fallar no es un acontecimiento solo, es un evento cataclísmico.

por Jim Rohn.


No fallamos durante la noche.

Fallar es un resultado inevitable de la acumulación de los que piensan pobre y las opciones pobres.

Poniéndolo más simple, fallar no es nada más de algunos errores de juicio repetidos todos los días.

¿Ahora porqué alguien haría un error en su juicio y después sería tan absurdo en cuanto a la repetición de él cada día?

La respuesta es porque él o ella no piensan que es importante.

En sus propios actos, nuestros actos diarios no parecen importantes.

Un descuido de menor importancia, una decisión pobre, o una hora perdida no da lugar generalmente a un impacto inmediato y mensurable.

A menudo, nos escapamos de cualquier consecuencia inmediata de nuestros hechos. Si no hemos incomodado leer un solo libro en los últimos noventa días, esta carencia de la disciplina no parece tener ningún impacto inmediato en nuestras vidas. Y puesto que nada drástico ha sucedido a nosotros, después de los primeros noventa días, nosotros repetimos este error en el juicio por otros noventa días, y así sucesivamente. ¿Por qué?

Porque no nos parece importar. Y mientras miente el gran peligro. ¡Lejos peor que la lectura de los libros es no darnos cuenta que importa!

Los que comen también muchos de los alimentos incorrectos están contribuyendo a un problema de salud futuro, pero la alegría del momento eclipsa la consecuencia del futuro. No nos parece importar. Los que fuman demasiado o beben demasiado van repitiendo a hacer cada año pobre las opciones, después del año, después del año,... porque no parece importar.

Pero el dolor y el pesar de estos errores de juicio se han retrasado solamente por un tiempo futuro. Las consecuencias son raramente inmediatas; en lugar, acumulan hasta que llega el día inevitable de contar finalmente y el precio debe ser pagado para nuestras opciones pobres - las opciones que no se parecían importar.

La cualidad más peligrosa es la falta de sutileza. En el corto plazo esos pequeños errores no parecen diferenciarse. No parecemos fallar. En hecho, estos errores de juicio acumulados ocurren a veces a través de un período de grandes alegría y prosperidad en nuestras vidas. Puesto que nada terrible nos sucede, puesto que no hay consecuencias inmediatas para capturar nuestra atención, pasamos simplemente a partir de un día al siguiente, repitiendo los errores, pensando los pensamientos incorrectos, escuchando las voces incorrectas y haciendo las opciones incorrectas.

El cielo no se nos cayó ayer; por lo tanto el acto era probablemente inofensivo. Puesto que parecía no tener ninguna consecuencia mensurable, es probablemente seguro repetir. ¡Pero debemos ser mejor educados! Si al final del día cuando hicimos nuestro primer error de juicio, el cielo se nos hubiera caído encima, habríamos tomado indudablemente medidas inmediatas para asegurarnos de que el acto nunca sería repetido otra vez.

Como el niño que pone su mano en una hornilla caliente a pesar de las advertencias de sus padres, habríamos tenido una experiencia instantánea al acompañar nuestro error de juicio.

Desafortunadamente, la falta no grita fuera de sus advertencias como nuestros padres una vez. Esta es la razón por la cual es imprescindible refinar nuestra filosofía para poder hacer opciones mejores.

Con una filosofía de gran alcance, personal dirigiendo nuestro cada paso, somos más enterados de nuestros errores de juicio y más enterados de lo que importa cada error realmente.

Ahora aquí están las grandes noticias. Justo como la fórmula para la falta, la fórmula para el éxito es fácil de seguir:
Son algunas disciplinas simples practicadas cada día.

Ahora aquí está una pregunta interesante digna de ponderación:
¿Cómo podemos cambiar los errores en la fórmula para la falta de disciplinas requeridas en la fórmula del éxito? La respuesta está en hacer del futuro la parte importante de nuestra filosofía actual.

El éxito y el fallar implican las consecuencias futuras, a saber de las recompensas inevitables o los pesares inevitables resultando de últimas actividades. ¿Si esto es verdad, por qué no empleamos más tiempo en ponderar el futuro? La respuesta es simple:

Es así como hemos entendido el momento actual que no parece importar. Los problemas y las recompensas de hoy están absorbiendo tan a algunos seres humanos que nunca se detienen brevemente y toman bastante tiempo para pensar alrededor del mañana.

¿Pero si desarrollamos una nueva disciplina para tomar apenas a algunos minutos cada día para mirar un poco más lejos el camino? Entonces podríamos prever las consecuencias inminentes de nuestra conducta actual. Armado con esa información valiosa, podríamos tomar la acción necesaria para cambiar nuestros errores en disciplinas orientadas nuevo éxito.

Es decir disciplinándose para ver el futuro por adelantado, podríamos cambiar nuestro pensamiento, enmendar nuestros errores y desarrollar nuevos hábitos para substituir el viejo.

Una de las cosas emocionantes sobre el fórmula para el éxito son algunas disciplinas simples practicadas cada día - es que los resultados son casi inmediatos. Pues cambiamos voluntariamente errores diarios en disciplinas diarias, experimentamos resultados positivos en un período del tiempo muy corto. Cuando cambiamos nuestra dieta, nuestra salud mejora perceptiblemente en apenas algunas semanas. Cuando comenzamos a ejercitar, sentimos una nueva vitalidad casi inmediatamente. Cuando comenzamos a leer, experimentamos un conocimiento de crecimiento y un nuevo nivel de la confianza en sí mismo.

Cualquier nueva disciplina que comenzamos a practicar de forma diaria, producirá los resultados emocionantes que nos conducirán para llegar a ser incluso mejores en desarrollar nuevas disciplinas.

La magia verdadera de nuevas disciplinas es que nos harán enmendar nuestro pensamiento. Si comenzáramos hoy a leer los libros, guardar un diario, atender a las clases, escuchar más y observar más, después será, hoy el primer día de una nueva vida que conduce a un futuro mejor.

¡Si comenzáramos hoy a intentar por lo más difícil, y hago un esfuerzo consciente y constante de cambiar errores sutiles y mortales. Será muy constructivo y las disciplinas de la recompensa, nunca colocarlas otra vez en nuestra vida – NO, una vez que hemos probado las frutas de una vida con sustancia!

Éxito, Jim Rohn.

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