por BenFiles.
Johnson, campeona del mundo en 2007 a los 15 años, había sido la primera el pasado domingo en la ronda de clasificación, pero hoy sólo ha superado a Liukin en el salto, aparato en el que el grupo de las mejores ha abierto la final. Pasaron luego a las asimétricas, en las que Liukin hace una complicada salida de espaldas, pero Yang Yilin se ha colocado pese a todo primera con un generoso 16,725 que ha premiado con creces su ristra de dificultades. Mientras, en el suelo, la italiana Vanessa Ferrari, campeona mundial en 2006, se salía y se despedía de las medallas.
A mitad de concurso Yang Yilin era primera, con 225 milésimas de ventaja sobre Liukin y 475 sobre Nistor. El grupo líder siguió en la barra de equilibrios. Liukin es doble campeona mundial del aparato y ha demostrado las razones, porque en el minuto y veinte segundos de su ejercicio no tuvo ni un titubeo, frente a ligeros desequilibrios de Johnson y Yang, que vieron cómo Liukin las adelantaba con seguridad. Sobre el suelo la china ha actuado antes que sus rivales y no ha conseguido dar suficiente altura a sus saltos, lo que le hizo acabar forzada un par de diagonales.
Recibió un 15,000 muy protestado por el público que ponía las dos primeras plazas en manos de las estadounidenses. La espigada Liukin estuvo de nuevo intachable y fue felicitada inmediatamente por Yang, que reconocía su derrota antes incluso de conocer la nota de su rival, que fue de 15,525. Shawn Johnson ha cerrado la competición con idéntica puntuación, que le sirvió para asegurarse la plata. La nueva campeona olímpica se libera así de la maldición que siempre le hacía quedar por detrás de sus propias compañeras de equipo en las competiciones importantes. En un hecho insólito, Chelsie Memmel le arrebató el título mundial en 2005 por una sola milésima.
Ni rusas ni rumanas estuvieron a la altura de las tres primeras, lo mismo que Ferrari, finalmente undécima. En cambio, no deja de sorprender agradablemente la veterana Oksana Chusovitina, uzbeka de origen y nacionalizada alemana, que a sus 33 años y madre de un hijo acabó la final en novena posición, dieciséis años después del oro que ganó por equipos en Barcelona''92 con el Equipo Unificado. Justo por detrás de ella terminó la brasileña Jade Barbosa, protagonista el año pasado por su tercer puesto en el Mundial. No le salió hoy una competición similar y cometió fallos muy penalizables en salto y suelo.
La estadounidense Nastia Liukin se consagró campeona olímpica individual de gimnasia.
De padre campeón y madre campeona, hija campeona: la estadounidense Nastia Liukin ya puede hablar de tú a tú a sus progenitores después de ganar hoy el oro olímpico individual en Pekín y romper el monopolio de victorias que había impuesto el equipo chino. Liukin ha sumado en el concurso completo 63,325 puntos, por delante de los 62,725 de su compatriota Shawn Johnson, vigente campeona del mundo, y de los 62,650 de la china Yang Yilin, plata y bronce. Nastia, de 18 años, es hija de Valeri Liukin, campeón olímpico por equipos con la Unión Soviética en Seúl''88 y de la gimnasta de rítmica Anna Kotchneva, campeona mundial de mazas en 1987.
Nastia, físicamente una fotocopia de su madre, nació en Moscú, pero pronto la familia se trasladó a Estados Unidos y ya en 2002 entró en el equipo nacional júnior. Su concurso en la final olímpica de hoy ha sido impecable, con notas por encima de los 16 puntos en todos los aparatos excepto en salto. Después de que la primera líder del concurso, la rumana Steliana Nistor, perdiera pronto la senda del podio, la competición ha quedado reducida a las dos estadounidenses y a Yang Yilin, que mantuvieron un pulso a tres bandas de calidad creciente.
De padre campeón y madre campeona, hija campeona: la estadounidense Nastia Liukin ya puede hablar de tú a tú a sus progenitores después de ganar hoy el oro olímpico individual en Pekín y romper el monopolio de victorias que había impuesto el equipo chino. Liukin ha sumado en el concurso completo 63,325 puntos, por delante de los 62,725 de su compatriota Shawn Johnson, vigente campeona del mundo, y de los 62,650 de la china Yang Yilin, plata y bronce. Nastia, de 18 años, es hija de Valeri Liukin, campeón olímpico por equipos con la Unión Soviética en Seúl''88 y de la gimnasta de rítmica Anna Kotchneva, campeona mundial de mazas en 1987.
Nastia, físicamente una fotocopia de su madre, nació en Moscú, pero pronto la familia se trasladó a Estados Unidos y ya en 2002 entró en el equipo nacional júnior. Su concurso en la final olímpica de hoy ha sido impecable, con notas por encima de los 16 puntos en todos los aparatos excepto en salto. Después de que la primera líder del concurso, la rumana Steliana Nistor, perdiera pronto la senda del podio, la competición ha quedado reducida a las dos estadounidenses y a Yang Yilin, que mantuvieron un pulso a tres bandas de calidad creciente.
Johnson, campeona del mundo en 2007 a los 15 años, había sido la primera el pasado domingo en la ronda de clasificación, pero hoy sólo ha superado a Liukin en el salto, aparato en el que el grupo de las mejores ha abierto la final. Pasaron luego a las asimétricas, en las que Liukin hace una complicada salida de espaldas, pero Yang Yilin se ha colocado pese a todo primera con un generoso 16,725 que ha premiado con creces su ristra de dificultades. Mientras, en el suelo, la italiana Vanessa Ferrari, campeona mundial en 2006, se salía y se despedía de las medallas.
A mitad de concurso Yang Yilin era primera, con 225 milésimas de ventaja sobre Liukin y 475 sobre Nistor. El grupo líder siguió en la barra de equilibrios. Liukin es doble campeona mundial del aparato y ha demostrado las razones, porque en el minuto y veinte segundos de su ejercicio no tuvo ni un titubeo, frente a ligeros desequilibrios de Johnson y Yang, que vieron cómo Liukin las adelantaba con seguridad. Sobre el suelo la china ha actuado antes que sus rivales y no ha conseguido dar suficiente altura a sus saltos, lo que le hizo acabar forzada un par de diagonales.
Recibió un 15,000 muy protestado por el público que ponía las dos primeras plazas en manos de las estadounidenses. La espigada Liukin estuvo de nuevo intachable y fue felicitada inmediatamente por Yang, que reconocía su derrota antes incluso de conocer la nota de su rival, que fue de 15,525. Shawn Johnson ha cerrado la competición con idéntica puntuación, que le sirvió para asegurarse la plata. La nueva campeona olímpica se libera así de la maldición que siempre le hacía quedar por detrás de sus propias compañeras de equipo en las competiciones importantes. En un hecho insólito, Chelsie Memmel le arrebató el título mundial en 2005 por una sola milésima.
Ni rusas ni rumanas estuvieron a la altura de las tres primeras, lo mismo que Ferrari, finalmente undécima. En cambio, no deja de sorprender agradablemente la veterana Oksana Chusovitina, uzbeka de origen y nacionalizada alemana, que a sus 33 años y madre de un hijo acabó la final en novena posición, dieciséis años después del oro que ganó por equipos en Barcelona''92 con el Equipo Unificado. Justo por detrás de ella terminó la brasileña Jade Barbosa, protagonista el año pasado por su tercer puesto en el Mundial. No le salió hoy una competición similar y cometió fallos muy penalizables en salto y suelo.
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