por BenFiles.
Palabras de la Dra. Georgina Kessel Martinez.
Secretaria de Energía.
"Diagnóstico: Situación de Pemex".
30 de marzo de 2008.
Buenas tardes a todos:
El día de hoy estamos aquí reunidos para presentar, formalmente, a la opinión pública, el diagnóstico de la situación en la que se encuentra PEMEX, con el fin de proporcionarle de manera objetiva, elementos claros de información sobre los retos que enfrenta en el presente y las oportunidades hacia el futuro.
La trascendencia del tema es evidente. Todos sabemos que existen, desde hace varios años y particularmente en los últimos meses, múltiples estudios, documentos, cifras y escenarios de la situación que guarda el sector de hidrocarburos en nuestro país. En esa diversidad, resulta difícil distinguir con claridad y objetividad la situación real que guarda la empresa de todos los mexicanos.
El día de hoy la información que Petróleos Mexicanos y la Secretaría de Energía aportan de manera oficial, no es un documento más de trabajo.
Es la visión del Gobierno Federal sobre la situación que enfrenta Pemex y que, sin duda, se convertirá en un elemento fundamental para el inicio de la construcción conjunta del modelo de solución para los retos que, como Nación, enfrentaremos en el futuro.
Como es de su conocimiento, desde hace algunas semanas hemos compartido elementos de esta visión, de este diagnóstico, atendiendo a diversas invitaciones de distintos foros y ante múltiples asistentes, a lo largo y ancho del país.
Inclusive, lo hemos presentado ante legisladores de prácticamente la totalidad de los Grupos Parlamentarios representados en el Congreso de la Unión. Muestra de ello son las reuniones con los integrantes de las Comisiones de Energía de ambas Cámaras, y las que hemos sostenido con la totalidad de las bancadas de Acción Nacional y del Partido Verde Ecologista de México. En los próximos días atenderemos la invitación que nos hizo el Coordinador de los Diputados del PRI, para reunirnos con los integrantes de ese grupo parlamentario.
En estas reuniones, y como lo mencioné el pasado 18 de marzo, he manifestado que los mexicanos tenemos que hablar con la verdad sobre la situación que enfrentamos actualmente.
De la lectura del documento que, desde este momento, está disponible en las páginas de internet de la Secretaría de Energía y de Petróleos Mexicanos, se desprende que el mayor reto lo constituye, sin duda alguna, el dotar a Petróleos Mexicanos de las herramientas necesarias para que pueda multiplicar su capacidad de ejecución y desarrollar el conocimiento para administrar nuevas tecnologías.
La magnitud de la tarea es tal, que tan sólo en dos décadas, debemos superar el esfuerzo que hemos hecho en los últimos setenta años.
Los estudios técnicos nos señalan claramente que dentro de 13 años, es decir en 2021, tendremos un déficit de 1.8 millones de barriles diarios respecto a la plataforma de producción actual. Este déficit, resultado de la natural declinación de nuestros campos productores ya está ocurriendo. En los últimos 3 años la producción de PEMEX ha caído constantemente. Esto implica que en este periodo México dejó de obtener ingresos por alrededor de 10 mil millones de dólares anuales, casi 3 veces el presupuesto anual del programa oportunidades, la principal herramienta de combate a la pobreza.
En el año 2012, tendremos una reducción en la producción de 800 mil barriles diarios en nuestros principales yacimientos, y en el 2018, de 1.5 millones barriles diarios. Adicionalmente, mientras otras naciones se enriquecen del petróleo de aguas profundas en la zona fronteriza, nuestro país simplemente lo desaprovecha y corre el riesgo de perderlo.
A pesar de contar con los niveles de inversión más altos de su historia, Pemex pasó de ser la sexta empresa petrolera del mundo en 2004 a ser la onceava en 2007.
Ante la magnitud de la declinación de nuestros campos, no debe quedar duda alguna sobre las acciones a realizar. No se trata de anteponer aguas profundas a campos maduros, no se trata de anteponer Chicontepec a los yacimientos de las Cuencas del Sureste.
Para contrarrestar la caída de la producción, para mantener nuestra plataforma, para suministrar los energéticos que demandan la economía y los mexicanos, debemos simultáneamente actuar en varios frentes.
Necesitamos producir en nuestros campos maduros. Necesitamos producir en Chicontepec. Necesitamos producir en nuevos yacimientos de tierra y de aguas someras. Y necesitamos producir en aguas profundas. Todo a la vez. Todo al mismo tiempo.
En refinación, transporte, almacenamiento y distribución de petrolíferos la situación es similar. Hoy, cuatro de cada diez litros de gasolina que se consumen en el país son importados. Tenemos que cubrir la creciente demanda nacional, generando inversiones y empleos en nuestro país, en lugar de trasladarlos al extranjero.
Por ello, simultáneamente es necesario reconfigurar nuestras refinerías, para procesar el crudo más pesado que se extrae de nuestros yacimientos; necesitamos construir cada 3 años una nueva refinería en los próximos veinte años; necesitamos construir una nueva red de ductos que nos permita llevar hidrocarburos a regiones que hoy no los reciben mediante esta vía, además de generar redundancias en el sistema.
Todo a la vez, todo al mismo tiempo.
No podemos dejar de lado ninguno de estos frentes. No podemos comprometer el futuro de las próximas generaciones. No podemos perder tiempo, ni oportunidades. No sería sensato, ni responsable quitarle a nuestro país, a nuestros jóvenes, el derecho a contar con los energéticos que demandará nuestro crecimiento económico y la generación de empleos. Cada día que dejamos pasar, son ingresos que México pierde. Debemos actuar con responsabilidad y con visión clara y de largo plazo en el sector.
El reto de PEMEX no es sólo financiero, sino fundamentalmente operativo, tecnológico y de capacidad de ejecución.
Tenemos la ventaja de contar aún, con recursos clave que pueden ser el detonante para el desarrollo definitivo de México. Tenemos que aprovechar las oportunidades que nos abre la riqueza petrolera de nuestro país. Para competir y ganar en el mundo, es indispensable hacer cambios en Pemex y así garantizar la seguridad energética de México.
Reitero: la única forma de enfrentar la magnitud de este reto es fortaleciendo a Petróleos Mexicanos. Que no quede ninguna duda en ello.
En el Gobierno Federal, queremos una empresa rentable, productiva, con óptimo aprovechamiento de los recursos, con la mejor tecnología disponible, corporativamente moderna, transparente y con rendición de cuentas, segura, ambientalmente sustentable y altamente competitiva a nivel mundial.
Es necesario que Pemex pueda contar con el apoyo de empresas especializadas, bajo mecanismos eficientes que le permitan obtener la mejor tecnología y conduzcan a maximizar la renta petrolera en beneficio del país, sin ceder soberanía ni la propiedad sobre los hidrocarburos.
Para fortalecer a Pemex se requiere modernizar su marco regulatorio. Es preciso dotar a PEMEX de un nuevo marco jurídico que le permita ser nuevamente una de las mejores empresas petroleras del mundo en beneficio de los mexicanos. En este sentido, necesitamos eliminar las restricciones que le impiden elevar su capacidad de ejecución y desarrollar el conocimiento para administrar nuevas tecnologías. En el documento que estamos entregando, encontrarán claramente cuáles son estas restricciones y cómo están afectando el desempeño de la empresa.
Les comento que este mismo documento ha sido enviado a los Presidentes de todos los Partidos Políticos, a sus Coordinadores Parlamentarios y a los integrantes de las mesas directivas de las Comisiones de Energía, tanto de la H. Cámara de Diputados como del H. Senado de la República.
En este sentido, les reitero a todos ellos mi disposición para seguir intercambiando puntos de vista, ideas y propuestas de solución, según lo juzguen conveniente.
Estoy segura que habremos de encontrar los mecanismos para la construcción de acuerdos, para que nuestra generación sea recordada, en el futuro, como la generación que tomó las decisiones para garantizar la seguridad energética de nuestro país.
Como señaló el Presidente Calderón en la ceremonia del 70 aniversario de la Expropiación Petrolera, desde el Gobierno Federal hacemos un llamado para que dialoguemos de manera abierta, objetiva y serena sobre las opciones para fortalecer a nuestra industria petrolera y, con ello, fortalecer a México.
Confío en la madurez y el sentido de responsabilidad de todos nosotros. Debemos recordar que en democracia, las ideas se debaten con argumentos y sin violencia.
Muchas gracias.
Palabras de la Dra. Georgina Kessel Martinez.
Secretaria de Energía.
"Diagnóstico: Situación de Pemex".
30 de marzo de 2008.
Buenas tardes a todos:
El día de hoy estamos aquí reunidos para presentar, formalmente, a la opinión pública, el diagnóstico de la situación en la que se encuentra PEMEX, con el fin de proporcionarle de manera objetiva, elementos claros de información sobre los retos que enfrenta en el presente y las oportunidades hacia el futuro.
La trascendencia del tema es evidente. Todos sabemos que existen, desde hace varios años y particularmente en los últimos meses, múltiples estudios, documentos, cifras y escenarios de la situación que guarda el sector de hidrocarburos en nuestro país. En esa diversidad, resulta difícil distinguir con claridad y objetividad la situación real que guarda la empresa de todos los mexicanos.
El día de hoy la información que Petróleos Mexicanos y la Secretaría de Energía aportan de manera oficial, no es un documento más de trabajo.
Es la visión del Gobierno Federal sobre la situación que enfrenta Pemex y que, sin duda, se convertirá en un elemento fundamental para el inicio de la construcción conjunta del modelo de solución para los retos que, como Nación, enfrentaremos en el futuro.
Como es de su conocimiento, desde hace algunas semanas hemos compartido elementos de esta visión, de este diagnóstico, atendiendo a diversas invitaciones de distintos foros y ante múltiples asistentes, a lo largo y ancho del país.
Inclusive, lo hemos presentado ante legisladores de prácticamente la totalidad de los Grupos Parlamentarios representados en el Congreso de la Unión. Muestra de ello son las reuniones con los integrantes de las Comisiones de Energía de ambas Cámaras, y las que hemos sostenido con la totalidad de las bancadas de Acción Nacional y del Partido Verde Ecologista de México. En los próximos días atenderemos la invitación que nos hizo el Coordinador de los Diputados del PRI, para reunirnos con los integrantes de ese grupo parlamentario.
En estas reuniones, y como lo mencioné el pasado 18 de marzo, he manifestado que los mexicanos tenemos que hablar con la verdad sobre la situación que enfrentamos actualmente.
De la lectura del documento que, desde este momento, está disponible en las páginas de internet de la Secretaría de Energía y de Petróleos Mexicanos, se desprende que el mayor reto lo constituye, sin duda alguna, el dotar a Petróleos Mexicanos de las herramientas necesarias para que pueda multiplicar su capacidad de ejecución y desarrollar el conocimiento para administrar nuevas tecnologías.
La magnitud de la tarea es tal, que tan sólo en dos décadas, debemos superar el esfuerzo que hemos hecho en los últimos setenta años.
Los estudios técnicos nos señalan claramente que dentro de 13 años, es decir en 2021, tendremos un déficit de 1.8 millones de barriles diarios respecto a la plataforma de producción actual. Este déficit, resultado de la natural declinación de nuestros campos productores ya está ocurriendo. En los últimos 3 años la producción de PEMEX ha caído constantemente. Esto implica que en este periodo México dejó de obtener ingresos por alrededor de 10 mil millones de dólares anuales, casi 3 veces el presupuesto anual del programa oportunidades, la principal herramienta de combate a la pobreza.
En el año 2012, tendremos una reducción en la producción de 800 mil barriles diarios en nuestros principales yacimientos, y en el 2018, de 1.5 millones barriles diarios. Adicionalmente, mientras otras naciones se enriquecen del petróleo de aguas profundas en la zona fronteriza, nuestro país simplemente lo desaprovecha y corre el riesgo de perderlo.
A pesar de contar con los niveles de inversión más altos de su historia, Pemex pasó de ser la sexta empresa petrolera del mundo en 2004 a ser la onceava en 2007.
Ante la magnitud de la declinación de nuestros campos, no debe quedar duda alguna sobre las acciones a realizar. No se trata de anteponer aguas profundas a campos maduros, no se trata de anteponer Chicontepec a los yacimientos de las Cuencas del Sureste.
Para contrarrestar la caída de la producción, para mantener nuestra plataforma, para suministrar los energéticos que demandan la economía y los mexicanos, debemos simultáneamente actuar en varios frentes.
Necesitamos producir en nuestros campos maduros. Necesitamos producir en Chicontepec. Necesitamos producir en nuevos yacimientos de tierra y de aguas someras. Y necesitamos producir en aguas profundas. Todo a la vez. Todo al mismo tiempo.
En refinación, transporte, almacenamiento y distribución de petrolíferos la situación es similar. Hoy, cuatro de cada diez litros de gasolina que se consumen en el país son importados. Tenemos que cubrir la creciente demanda nacional, generando inversiones y empleos en nuestro país, en lugar de trasladarlos al extranjero.
Por ello, simultáneamente es necesario reconfigurar nuestras refinerías, para procesar el crudo más pesado que se extrae de nuestros yacimientos; necesitamos construir cada 3 años una nueva refinería en los próximos veinte años; necesitamos construir una nueva red de ductos que nos permita llevar hidrocarburos a regiones que hoy no los reciben mediante esta vía, además de generar redundancias en el sistema.
Todo a la vez, todo al mismo tiempo.
No podemos dejar de lado ninguno de estos frentes. No podemos comprometer el futuro de las próximas generaciones. No podemos perder tiempo, ni oportunidades. No sería sensato, ni responsable quitarle a nuestro país, a nuestros jóvenes, el derecho a contar con los energéticos que demandará nuestro crecimiento económico y la generación de empleos. Cada día que dejamos pasar, son ingresos que México pierde. Debemos actuar con responsabilidad y con visión clara y de largo plazo en el sector.
El reto de PEMEX no es sólo financiero, sino fundamentalmente operativo, tecnológico y de capacidad de ejecución.
Tenemos la ventaja de contar aún, con recursos clave que pueden ser el detonante para el desarrollo definitivo de México. Tenemos que aprovechar las oportunidades que nos abre la riqueza petrolera de nuestro país. Para competir y ganar en el mundo, es indispensable hacer cambios en Pemex y así garantizar la seguridad energética de México.
Reitero: la única forma de enfrentar la magnitud de este reto es fortaleciendo a Petróleos Mexicanos. Que no quede ninguna duda en ello.
En el Gobierno Federal, queremos una empresa rentable, productiva, con óptimo aprovechamiento de los recursos, con la mejor tecnología disponible, corporativamente moderna, transparente y con rendición de cuentas, segura, ambientalmente sustentable y altamente competitiva a nivel mundial.
Es necesario que Pemex pueda contar con el apoyo de empresas especializadas, bajo mecanismos eficientes que le permitan obtener la mejor tecnología y conduzcan a maximizar la renta petrolera en beneficio del país, sin ceder soberanía ni la propiedad sobre los hidrocarburos.
Para fortalecer a Pemex se requiere modernizar su marco regulatorio. Es preciso dotar a PEMEX de un nuevo marco jurídico que le permita ser nuevamente una de las mejores empresas petroleras del mundo en beneficio de los mexicanos. En este sentido, necesitamos eliminar las restricciones que le impiden elevar su capacidad de ejecución y desarrollar el conocimiento para administrar nuevas tecnologías. En el documento que estamos entregando, encontrarán claramente cuáles son estas restricciones y cómo están afectando el desempeño de la empresa.
Les comento que este mismo documento ha sido enviado a los Presidentes de todos los Partidos Políticos, a sus Coordinadores Parlamentarios y a los integrantes de las mesas directivas de las Comisiones de Energía, tanto de la H. Cámara de Diputados como del H. Senado de la República.
En este sentido, les reitero a todos ellos mi disposición para seguir intercambiando puntos de vista, ideas y propuestas de solución, según lo juzguen conveniente.
Estoy segura que habremos de encontrar los mecanismos para la construcción de acuerdos, para que nuestra generación sea recordada, en el futuro, como la generación que tomó las decisiones para garantizar la seguridad energética de nuestro país.
Como señaló el Presidente Calderón en la ceremonia del 70 aniversario de la Expropiación Petrolera, desde el Gobierno Federal hacemos un llamado para que dialoguemos de manera abierta, objetiva y serena sobre las opciones para fortalecer a nuestra industria petrolera y, con ello, fortalecer a México.
Confío en la madurez y el sentido de responsabilidad de todos nosotros. Debemos recordar que en democracia, las ideas se debaten con argumentos y sin violencia.
Muchas gracias.
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