Jotdog

por BenFiles.

Jotdog nació por el mero gusto de hacer música, divertirse en el proceso y conectar con la gente. En otras palabras, por compartir la vocación musical con un público ávido de nuevas propuestas, inteligentes y auténticas.

Se podría decir que así es como nacen la mayoría de las bandas; sin embargo, el talento detrás de Jotdog no fluye de músicos primerizos y es justo ahí donde radica parte del encanto de esta banda: Tres artistas experimentados que bajo este nuevo nombre redescubrieron el placer de crear música, que desbordan energía en su interpretación, que aún se emocionan al salir al escenario.

De tal suerte que los confabuladores del proyecto fueron dos habituales de la escena musical mexicana en aquellos meses de 2006: Jorge ‘Chiquis’ Amaro, y María Barracuda. La alineación de la banda quedaría definida tiempo después con la integración de Alejandro Ortega ‘Midi’.

Chiquis era ya uno de los grandes, luego de su paso por bandas clásicas del rock mexicano como Neón, Fobia, Kenny y los Eléctricos y Rostros Ocultos, donde dio muestra de su talento como baterista. Pero se puede decir que las tarolas le quedaron chicas a Chiquis y poco después ya era la envida de sus ex compañeritos de la Escuela de Música Sacra Cardenal Miranda, cuando se convirtió en productor musical, ingeniero de sonido, músico, compositor, arreglista, y productor artístico de bandas y artistas tan dispares como Natalia Lafourcade, Timbiriche, Moenia, Maná, Ricardo Arjona, Danna Paola, M5, Panteón Rococó, Cuca, La Lupita, Víctimas del Dr. Cerebro, Moderatto, Belanova, Intocable y, desde luego, María Barracuda.

Por su parte María Barracuda, la chica que sale al escenario con un look de geisha post-moderna, unas veces con medio kimono encima, otras con vestidito sacado de Star Trek, pero siempre con sombras en los ojos a lo Grace Jones, no conocía a Chiquis cuando salió de Ciudad Juárez, pero salió de ahí con la firme convicción de hacer lo que le diera la gana, y resulta que la gana le dio por hacer música. Sin sospecharlo siquiera, ese simple hecho, en términos netamente estadísticos, hizo que aumentaran enormemente sus probabilidades de encontrarse algún día con Chiquis Amaro.

Ese día llegó y del encuentro creativo surgieron las dos producciones con que hasta el momento cuenta María Barracuda: Primero su álbum homónimo (2004) y más tarde ‘Mi otra vida’ (2006). Tras el buen recibimiento que le dio la crítica a dicho material y tras algunas nominaciones en MTVLA Awards y Premios OYE como mejor artista nuevo y revelación del año respectivamente, recibieron el encargo, halagador pero no siempre agradable, de escribir canciones para otros artistas. En su afán por desmarcarse de sus estilos anteriores, generaron rolas con personalidades múltiples, un sello peculiar que se convertiría en el caldo de cultivo de la nueva banda.

Pero al caldo le faltaba un ingrediente. Tal vez fue el toque inconfundible de sus sintetizadores, tal vez su experiencia en la creación de conceptos visuales, tal vez fue su peinado, el caso es que a finales de 2008 Midi se integró al proyecto a invitación de Chiquis Amaro, con quien coprodujo los discos ‘Adición’, ‘Le Modulor’ y ‘Televisión’ de Moenia. Visionario del negocio ochentero, Midi empezó en el mundo de la música haciendo de DJ en las fiestas de sus amigos y, tras algunos años de alternar entre la vida empresarial y veladas de ‘pinchadiscos’, se integró a Moenia. Su hiperactividad y talento lo han llevado a trabajar como productor de artistas como Thalía, Fase, Kabah, Belinda, Paulina Rubio y Belanova.

Con la incorporación de Midi todo estuvo listo para el banderazo de salida y en poco tiempo Jotdog se hizo de un nutrido grupo de simpatizantes que los siguen a sus conciertos y saturan de mensajes su página en Myspace. El dato es significativo si consideramos que esto sucedió antes de la salida al mercado de su primera producción discográfica: el grupo se abrió paso a través de una promoción que recuerda la de aquellas grandes bandas que se hicieron en el camino, a punta de pequeños conciertos en bares y antros, de giras por el país y de una campaña boca a boca entre sus fans.

‘Hasta contar a mil’ primer sencillo del disco producido y mezclado por la Chiquis Amaro, masterizado en Sterling Sound de Nueva York por Chris Geringer, y con salida al mercado en septiembre del 2009. Sin embargo, ‘Hasta contar a mil’ se escuchaba ya con éxito en la radio desde hacía algunos meses y el psicodélico video animado de la canción fue de los más votados en MTV Latinoamérica hasta llegar al primer lugar, lo que le mereció a Jotdog la nominación al Premio 2009 del canal de música en la categoría Mejor Artista Nuevo (Norte).

Si la compleja industria de la producción musical lo permite; si recuperamos el valor del viejo arte de hacer música por placer y damos el crédito que merece una banda renegada a formar parte del archivo muerto de los artistas ‘Instant-Ramen’ que abundan en la historia contemporánea de la música nacional, entonces sabremos que el ‘Pop Siniestro’ de Jotdog está destinado a perdurar.