24.mayo.2008.
Veo lo que no es visible, escucho lo que no se dice, recibo lo que no se da. Y fue entonces cuando me di cuenta de cuál había sido siempre mi equivocación: para enamorar a una mujer tienes que estar dispuesto a arriesgarte a perderla. Sin miedo a nada.
Sin Miedo a Nada.
Me muero por suplicarte que no te vayas mi vida,
me muero por escucharte decir las cosas que nunca digas,
mas me callo y te marchas, aún tengo la esperanza de ser capaz,
algún día de no esconder las heridas que me duelen al pensar
que te voy queriendo cada día un poco más,
¿cuánto tiempo vamos a esperar?
Me muero por abrazarte y que me abraces tan fuerte,
me muero por divertirte y que me beses cuando despierte
acomodado en tu pecho hasta que el sol aparezca,
me voy perdiendo en tu aroma,
me voy perdiendo en tus labios
que se acercan susurrando
palabras que llegan a este pobre corazón.
Voy sintiendo el fuego en mi interior.
Me muero por conocerte, saber qué es lo que piensas,
abrir todas tus puertas y vencer esas tormentas
que nos quieran abatir, centrar en tus ojos mi mirada,
cantar contigo al alba,
besarnos hasta desgastarnos nuestros labios
y ver en tu rostro cada día crecer esa semilla.
Crear, soñar, dejar todo surgir,
aparcando el miedo a sufrir.
Me muero por explicarte lo que pasa por mi mente,
me muero por intrigarte
y seguir siendo capaz de sorprenderte,
sentir cada día ese flechazo,
al verte qué más dará lo que diga
qué más dará lo que piensen: si estoy loco es cosa mía.
Y ahora vuelvo a mirar el mundo a mi favor,
vuelvo a ver brillar la luz del sol.
Me muero por conocerte, saber qué es lo que piensas,
abrir todas tus puertas y vencer esas tormentas
que nos quieran abatir, centrar en tus ojos mi mirada,
cantar contigo al alba,
besarnos hasta desgastarnos nuestros labios
y ver en tu rostro cada día crecer esa semilla.
Crear, soñar, dejar todo surgir
aparcando el miedo a su fin...
Alex Ubago
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